Javier Segura del Pozo, médico salubrista
Continuamos con nuestro repaso a cómo era la sanidad en el siglo de la Ilustración, centrándonos hoy en España. La enseñanza médica seguía estando limitada a los estudiantes más pudientes y excluida para las mujeres y judíos. La formación quirúrgica estaba en manos del gremio de cirujanos-barberos. Había menos de 4.000 médicos (concentrados en las ciudades y controlados por el Protomedicato) para una población peninsular española de 11 millones. La mayoría de la población se medicaba ella misma, seguían acudiendo a curanderas, barberos y charlatanes o buscaban el efecto milagroso de reliquias, santos o peregrinaciones.
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