Réquiem por Alicia, nuestra dulce rebelde

Por Javier Segura del Pozo
Médico salubrista

Son las 11 y media. En estos momentos se celebra en Valencia el acto de despedida del cuerpo de nuestra querida compañera Alicia (Alicia Llácer Gil de Ramales) y me gustaría acertar con la pluma para expresar el sentimiento que me ha traído la perdida, hasta hace poco inesperada, de Alicia. Al principio de mes, en el último congreso de la SEE en Alicante, me enteré por Javier y Quique que “Alicia estaba muy mal…”, ingresada en una UCI de Valencia. Fue una gran sorpresa. No me lo podía creer. Hacía apenas un par de semanas, me había enviado un email con un artículo en que se ponía en duda la fiabilidad de los registros de suicidio en España. Formaba parte de nuestro interés compartido (entre otros muchos) por vigilar y denunciar el impacto sobre la salud colectiva de esta larga y puñetera crisis.

Durante la bella noche de la cena oficial del congreso, debajo del castillo iluminado de Alicante, Beatriz, Mª Angeles y otras compañeras, compartíamos con dolor y susto la posibilidad de perder a una persona como Alicia, que siempre ha estado ahí. Que formaba parte de los aliados, de las amigas, de las compañeras con las que podías siempre contar, para muchas batallas y complicidades. Y ahora no iba a estar. Ya no lo veríamos venir andando por los pasillos con su aire despistado. Su posible perdida, nos recordaba nuestra fragilidad y la importancia de valorar a los que están a tu lado, pero se pueden ir para siempre.

alicia llacer

Me di cuenta, que una vez más, iba a perder una persona a la que estimaba mucho, sin saber apenas nada de ella, de su biografía, de su situación personal o familiar. Simplemente, estaba muy a gusto cuando nos encontrábamos, cuando charlabamos. Me sentía muy apreciado por ella y yo la apreciaba mucho. Mi comunicación con Alicia era fácil. Compartíamos muchos guiños y puntos de vista, sobre nuestro papel como salubristas y sobre el compromiso social al que va asociado. Habíamos hecho piña en varias situaciones y sabíamos que podíamos contra uno con otra, una con otro. En muy diferentes escenarios. La recuerdo haciendo preguntas en los seminarios de Epidemiologia Social de la Escuela Nacional de Sanidad. También en los del CNE y al final de las conferencias o mesas de congresos. Siempre sabia “poner el dedo en la llaga”. Señalar “lo instituido”, lo oculto en un estudio o ponencia. Lo que sobraba, lo que se ha obviado, lo que está descontextualizado socialmente. Tenía un buen ojo clínico (?) para ello (más bien un buen ojo social). Y lo mejor es que sabía ser incisiva con amabilidad y respeto. Con ese tono cariñoso y esa pinta de eterna joven hippy. Incluso cuando sacaba la bandera de la perspectiva de género, sabía hacerlo con el tono adecuado. Lo que tiene mucho mérito. Alicia era una rebelde, pero una dulce rebelde. Supongo que no siempre y no con todos. Conmigo sí lo fue.

También la recuerdo en otros foros. Por ejemplo, en las reuniones del 15M de la Conce, en manifestaciones, etc. En una charla-debate que tuvimos en la AAVV de su barrio, en la que intentaba pasar desapercibida como “experta epidemióloga”. Quería estar como una vecina más. Que no la delatara Ella tenía su propia forma de combinar el trabajo con las bases de datos en ámbitos “científicos” y académicos, con el trabajo con los vecinos, con las pancartas y en las plazas.

La recuerdo con su típico “peinado”, su típico andar y su típica indumentaria, reaprovechada, despreocupada, cómoda y nada coqueta (faldas anchas, pantalanes vaqueros anchos, camisetas anchas, sandalias, etc.), toda una declaración de intenciones y prioridades, propia de los rebeldes de los años 70. Tan huerita ella, con esos bellos ojos claros y esa sonrisa dulce.

Alicia me regañaba de vez en cuando. También cariñosamente. Me reprochaba mi silencio, no haber intervenido desde el público, replicando a los ponentes de las mesas redondas y conferencias, como hacía ella. No haber interpelado, no haber aportado la visión crítica frente al discurso oficial, excesivamente repetitivo, neutral y tecnocrático. Me empujaba a aportar una mirada diferente, que contrastase con los que siempre hablan, con un lenguaje que ella consideraba demasiado cómodo y complaciente. Compartíamos una insatisfacción con el papel jugado por las sociedades científicas (incluida la SEE y SESPAS) en momentos históricos críticos de nuestra sociedad, con la insuficiente independencia frente a las autoridades de turno, con el insuficiente compromiso social. Le gustaba ser la conciencia crítica de la Epidemiologia española. También era una entusiasta seguidora de este blog y esperaba demasiado de mí. Aunque a mí me servía de estimulo y acicate. Ya no lo tendré.

En ese mismo congreso de Alicante, donde me enteré de su probable inminente muerte, nos repartieron un libro sobre los 35 años de historia de la SEE. Ella había sido una de las socias fundadoras de la SEE, como muchos de los médicos que aprobaron en marzo de 1977 la oposición a “plazas de facultativos jefes de sección de la Sanidad Nacional, especialidad de Epidemiologia”. Ella figuraba como la nº 5 de una lista de 45, en las que se encontraban la mayoría de las ilustres figuras “seniors” actuales de la Epidemiologia española. Teniendo en cuenta esto, me llamó la atención que no ocupase un cargo o una posición profesional más importante, como otros de su promoción. Que ella siguiera como epidemióloga de base, “contando muertitos”, como le decía a un compañero. Las razones las desconozco, pero las intuyo. Alicia era una compañera más del CNE, pero una de sus máximas autoridades morales. Espero que otros y otras escriban estos días algo sobre esta historia que nos ayude a saber más sobre la biografía de Alicia, sobre las razones de su rebeldía.

De momento, ofrezco este blog, a quien quiera escribir algo sobre ella, incluidos sentimientos, anécdotas, besos de tinta, etc, que nos ayuden a pasar su duelo y a compartir su homenaje. Un merecido homenaje póstumo.

Descansa en paz, Alicia. Gracias por tu amistad. Gracias por tu ejemplo. Siempre te recordaré, siempre te recordaremos… con mucho cariño y dulzura

25 pensamientos en “Réquiem por Alicia, nuestra dulce rebelde

  1. Muchas gracias Javier, por dedicarle estas palabras a Alicia y por brindarnos la oportunidad de desahogar nuestra tristeza por su pérdida llenando este espacio con buenos recuerdos.

    Recién aterrizada en el mundo salubrista hace apenas un año, veía como una adorable mujer mayor venía a todos los seminarios a los que yo iba. Recuerdo su aspecto amable, su sonrisa, su permanente interés por aprender, sus preguntas, siempre poniendo el punto crítico desde el respeto, esas preguntas que te hacen pensar. Pronto paso de ser la mujer mayor que venía a los seminarios y que siempre preguntaba cosas interesantes a ser Alicia, la persona que trabajaba para el observatorio de violencia de género y con la que en el mes de julio coincidí en su lugar de trabajo, donde aprendí que Alicia era además una experta epidemiologa con muchos años de experiencia a sus espaldas, con mucho que contar y con unas ganas tremendas de seguir aprendiendo. Pude compartir con ella varias conversaciones, momentos que guardaré en el recuerdo deseando que hubieran podido ser muchos más porque era una persona especial que desprendía fuerza, dulzura y sabiduría.

    Alicia, me siento afortunada por haberte conocido y serás para mi siempre un ejemplo.

  2. Yo de “mayor” quiero ser como tu,
    Cuantas veces te hemos dicho esto, Ali, cuantas.
    Cuantas horas compartidas,
    Cuantas buenas cosas, cuantos recuerdos.
    Cuantos mediodías en la cocina, cuantas recetas, cuantas risas, cuanto cariño…
    Cuantas palabras tuyas, cuanto que aprender de ti.
    Cuantas reivindicaciones, cuantas causas defendidas, cuantos ánimos a participar.
    Cuanto ejemplo, Ali.
    Cuantas veces “mi corazonate”,
    Cuantas horas en el CNE, cuanta epi, cuanta sabiduría.
    Cuantas mañanas con “el jefe” reunidas.
    Cuantas veces escuchándote, simplemente por el gusto de oír tus palabras.
    Cuanta entrega, cuanto coraje, cuanto buen humor.
    Cuantas veces” yin, yin”, “yan, yan”,
    Cuanta suerte haberte conocido.
    Cuantas cosas por decirte y una vez más, una de tantas,
    Ali yo de “mayor” quiero ser como tú.

  3. No fue mucho el tiempo que compartimos pero si el suficiente para descubrir a la PERSONA.

    Alicia, gracias por tu sabiduría y por haberte conocido.

  4. Un recuerdo compartido para que Alicia esté de nuevo entre nosotros: aunque ya no la veremos por la cafetería de la Escuela Nacional de Sanidad. Descansa en paz, buena Alicia… Repu

  5. Alicia preciosa, que pena que te hayas ido. Qué pena que no hayamos podido decirte adiós siquiera.
    Espero que tu modestia no te impidiera sentir lo mucho que todos te queríamos.
    Hay pocas personas que viven según lo que piensan, tú eras una de ellas y por eso el mundo hoy es un lugar un poco peor.
    Hay personas que deberían ser eternas.
    Te mando ese abrazo que me hubiera gustado darte.

  6. Alicia el ultimo encuentro que teniamos pendiente ya ha quedado aplazado no se hasta cuando. Eres una de las personas que mas me han enseñado en la profesion y en la vida, creo que para los que hemos tenido la suerte de conocerte y quererte siempre seguiras con nosotros.

  7. Soy Roberto.
    Nada tengo que ver con la salud. Mucho menos con la epidemiología.
    No conozco en profundidad a Alicia. Sólo de la Asamblea del 15M de La Conce.
    Pero sé mucho de ella.
    Inteligente, ancha de miras, tolerante hasta el cénit.
    Modesta, solidaria. Es el opuesto de la vanidad.
    Sólo quiere el bien colectivo, la igualdad y la justicia social.
    Puedo seguir con los elogios, pero me temo que se va a inquietar.
    Alicia, sé que hallarás el patrón-oro. Ya sabes a lo que me refiero.
    Avísame cuando suceda. Quedamos y paso a verte.

  8. Hola Javier, yo le dedique esto ayer y lo colgué por donde pude. Me alegro de encontrar este lugar. Yo empece Medicina pero vi que buscaba otra cosa y creo que lo encontré haciendo sociología. Uno de mis contratos fue en el CNE, donde pude visitar el despacho de Alicia que para mi era como un templo y como mi facultad en miniatura, con sus carteles, sus pegatinas. Que luz!, que Sol!. Gracias.
    «Alicia Llacer, la gran dama de la epidemiología española ha muerto. Ella se hizo una de mis mejores aliadas, protectora e impulsora en el Centro Nacional de Epidemiología, para mi sorpresa como recién llegada, incredulidad y mucha alegría, a pesar de los temas que tratábamos y mi juventud. Asi era ella, discreta, afectuosa, seria y muy comprometida. Trabajar con una colega de tanto nivel profesional como personal fue muy estimulante y lo sigue siendo a día de hoy, sobretodo en los malos momentos. Alicia fue la utopía, arte puro y mucha, mucha esperanza y amor hacia sus coetane@s y l@s más desfavorecid@s. Alicia fue la integridad y la justicia. En resumen, si es que es posible, Alicia fue demasiado grande como para poder explicarlo en pocas palabras y mas»
    hoy.http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2465778/

    Enviado desde mi iPhone

  9. Hola, deje anoche estas lineas en este espacio, que son del Domingo, aunque no se que ha pasado, agradeceria una aclaracion, di es posible. Espero que no os moleste la » intromision» profesional de una sociologa, que tambien tuvo por suerte y por colega con mayusculas, le pese a quien pese, a Alicia. Creo que ella fue precursora de muchas cuestiones, y que puso sobre la mesa muchas carencias de nuestro sistema sociopolitico, varias de las cuales ahora se demandan de forma mayoritaria por la sociedad actual española. Una sociedad que pide en un 95% ( ver datos UE) que las cosas cambien por todos lados y que seamos mucho mas abiertos en muchos aspectos.
    » Alicia Llacer, la gran dama de la epidemiología española ha muerto. Ella se hizo una de mis mejores aliadas, protectora e impulsora en el Centro Nacional de Epidemiología, para mi sorpresa como recién llegada, incredulidad y mucha alegría, a pesar de los temas que tratábamos y mi juventud. Asi era ella, discreta, afectuosa, seria y muy comprometida. Trabajar con una colega de tanto nivel profesional como personal fue muy estimulante y lo sigue siendo a día de hoy, sobretodo en los malos momentos. Alicia fue la utopía, arte puro y mucha, mucha esperanza y amor hacia sus coetane@s y l@s más desfavorecid@s. Alicia fue la integridad y la justicia. En resumen, si es que es posible, Alicia fue demasiado grande como para poder explicarlo en pocas palabras y mas hoy.»
    http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2465778/

  10. Muchas gracias por este artículo.

    He tenido la gran suerte de conocer a Alicia primero en los seminarios de epidemiología social y siempre pensaba, ¿Quién será esta mujer que siempre pone su ojo crítico en cualquier seminario? Y después como Alumna del PEAC. Alicia, GRACIAS, gracias por tu humildad, por tu saber estar, por animarme siempre a seguir para adelante, por luchar por las personas, por creer en nosotros, por tu lucha contra la injusticia y por la justicia social que nos has enseñado a todos, gracias por enseñarnos que nos debemos a la sociedad y que por eso trabajamos en salud pública. He tenido la suerte de aprender mucho de ti, el simple hecho de compartir un café contigo era mejor que cualquier clase magistral, quizá por eso, no quisiste tener el cargo más alto dentro del mundo de la epidemiología, porque esas clases no se dan en las aulas, se dan en la vida. Gracias por ser como eras, INTEGRA y gracias por ser MUJER una gran MUJER !!!

    Pd: Alicia retiran la ley del aborto, lo lograste!

  11. Sabía por otras compañeras que su trabajo era bueno y fructífero, alguna vez he querido participar en algún proyecto suyo y he tenido la oportunidad finalmente, de conocerla en una clase del Diploma de SP y Género de la ENS. Me pareció encantadora y esta noticia me apena muchísimo, por lo inesperada. Gracias Javier por tu cálido homenaje.

  12. Hola Javier, no sé si hemos coincidido alguna vez en el CNE. Estuve trabajando allí hace bastantes años como documentalista, he seguido en contacto con el Centro y con su gente, entre ellos Alicia.
    Su calidad humana, su profesionalidad, su forma de enfocar el trabajo y la vida me abrieron perspectivas nuevas de cómo debía abordar mi profesión y mi existencia. Ha dejado impronta en todos los que alguna vez nos cruzamos con ella y seguiremos recordándola.
    Tu recuerdo de Alicia es su retrato: cálido, certero, riguroso: gracias por escribirlo.
    Que la tierra le sea leve.

  13. Que tristeza. Hace ya años que no la veía. Desde que nos despedimos al finalizar mi paso por la ENS y mis frecuentes visitas a CNE donde trabajábamos mano a mano desbrozando bibliografía y sentando los pilares de un artículo en cuestión, con su contenido organizado y su posicionamiento que entre líneas incitaba a un análisis en profundidad de la situación social.
    Recuerdo que su adiós fue un adios cualquiera, casi como el que se dice cuando nos vamos a ver al día siguiente. Nada de aspavientos y promesas de reencuentros entusiasmados. Creo que no le gustaban las despedidas, y sin embargo, se quedó en ella medio rato. El «sin embargo» formaba parte de su vocabulario, difícil de ubicar a la hora de precisar los puntos sobre las ies para dar un matiz constructivo sobre la realidad. Fue una despedida que no cierra sino que abre. Con una coletilla me echó, me dijo que me fuera a descubrir, explorar y recorrer el mundo. Sería como ella, como hacía con ella cuando nos imbuíamos en la búsqueda de artículos científicos y terminábamos encontrando perlas interesantes en la prensa gris.
    Cafés pausados. Andares que provocaban en mi cierta inquietud y admiración. Con ella el paso del tiempo no funcionaba como de forma habitual. Su tempo expresaba su carácter. Y yo la seguía.
    Dejó en mi una huella de pisada vital sorprendente que invita al desafío de hacerse una presente y valiente para expresar en voz alta un señalamiento o una pregunta. Como hacía ella en tantos momentos del día, en clases, jornadas, congresos.
    Ali, gran escultora de la epidemiología social.

  14. Querida Alicia:
    Mi recuerdo, mi respeto y mi cariño.
    Mi recuerdo de una época pasada, una época en que asentamos nuestros destinos, y en la que hice mi primera publicación científica, compartida contigo, sobre la poliomielitis en España.
    Mi respeto por las horas y horas que compartimos, en la representación de nuestros compañeros del Centro Nacional de Microbiología, y que me enseñaron lo que significa la generosidad, tu generosidad.
    Mi cariño por tu amabilidad y por el afecto con el que siempre me trataste y por el sentimiento y calor que transmitías a las actividades que hacíamos.
    Te hemos querido, siempre te querremos y nunca te olvidaremos. Paco

  15. Muchas gracias Javier por darnos la oportunidad de despedirnos de Alicia.Hace muchos años que no la veia pero desde que la conocí habia dejado un huella imborrable en mi, por todo lo que decís que era y me confirma que siempre ha sido durante toda su vida una persona autentica, rigurosa y generosa. Isabel Keller

  16. Muy buenas!

    Ya hemos confirmado el homenaje de nuestra compañera Alicia. El acto será el jueves 2 de octubre a las 19:00 en la Pl. Virgen del Romero de Madrid.

    Sobre las 18:30 quedaremos en el local para ir preparando la plaza: equipo, sillas, etc.

    Saludos,

    Esther, en nombre de la Asamblea Popular 15M Barrio de la Concepción

  17. Dejé demasiadas veces para otro momento volver a aprender de Alicia y aprehender todo lo que compartía, hasta sus cariñosas amonestaciones. La echo ahora de menos con un recuerdo agradecido por todo lo que otras, tan bien han escrito más arriba. Qué bien Javier que nos des la oportunidad de recordarla y elogiarla.

  18. Escribir estas lineas sobre Alicia aún pasado días de su partida, me cuesta aceptarlo que ella ya no esté entre nosotros, porque era una persona y profesional en toda su dimención y acepción; como no rememorar sobre ella, y decir que fue quien me motivó a retomar el enfoque de la Epidemiología social; cada conversación era una lección muy grande sobre temas sociales, inmigración, genero, siempre ella poniendo un enfoque humanitario y científico a la vez, lo cual motivó a iniciar un trabajo sobre morbilidad materna y migración, trabajo que me permitió despedirme de ella días antes de las vacaciones de agosto en la cual como siempre diciéndome «monina» toca estos días descansar y luego volver para continuar con el trabajo. Querida Alicia jamas olvidaré tus enseñanzas ese carisma y excelencia como Epidemióloga y Salubrista, Siempre serás la luz perpetua en el que hacer de la Epidemiología.

  19. Nos ha tomado más tiempo de la cuenta escribir unas palabras desde este lado del charco, para quien consideramos una amiga.
    No sabemos si la causa es la distancia o la dificultad para digerir la noticia.
    En cualquier caso, y tratando de ser concisos, debemos de reconocer que aun estamos en shock, por la noticia de la desaparición física de Alicia, pues al menos para nosotros no era esperada.
    Tal vez, lo que nos consuela en estos momentos es que su memoria sigue viva, su recuerdo, su sonrisa, su cariñoso abrazo e incluso sus llamadas de atención están intactas en nuestros corazones y nuestra retina, pues son cosas que no se han de olvidar nunca y nosotros no olvidaremos.
    Si algún valor tiene la lejanía, es que te permite vivir con más intensidad, si cabe, el recuerdo positivo de las personas que uno quiere y estima; A los seres que quieres no te queda más remedio que sentirlos vivos en tu imaginario personal, pues como no los puedes tocar o ver todos los dias, vives con sus recuerdos. Ese recuerdo será al que nos agarraremos a partir de ahora como recurso para seguir teniendo a Alicia junto a nosotros, ya no solo como amiga del pasado si no como inspiración del presente y del futuro.
    Les hablaremos a nuestros hijos de ella, pues creemos que es un buen ejemplo al que referirse cuando hablamos de profesional, de hija, de compañera y de mujer comprometida con su tiempo.
    Nunca la olvidaremos, pues quien bien se ha ganado un espacio en nuestras vidas y en nuestros corazones ha de estar ahí por siempre.
    Por ello Alicia, donde quieras que este, vaya un abrazo para ti, vaya nuestra sonrisa, pues eso es lo que Alicia siempre buscaba y un eterno SALUD Compañera, pues eso era, una extraordinaria compañera en este inescrutable viaje por la vida.
    Dionisio y Candi

  20. Buenos días,

    Supongo que no nos conocemos , me llamo Adelina Rico Benavides, era compañera de Alicia Llacer en la asamblea popular de la Conce del 15M y aún ne acompaña su recuerdo.

    El motivo de mi correo es que muchos vecinos y vecinas del distrito queremos rendir homenaje a Alicia y nos gustaría apoyar una iniciativa para que una de las calles del distrito llevara su nombre, ya que ella residía en nuestro distrito y dejó huella en todos nosotros.

    Por el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica en el Grupo Municipal Ahora Madrid se van a cambiar 30 calles en el distrito (que junto a tetuán es de los que más nombres de calles franquidstas conservan).

    He leído su blog, buscando información sobre Ella y me he leído sus post, creo que narra perfectamente lo que era Alicia. Por ello le pido permiso para poner el enlace a su post del blog para poder informar a los vecinos de quén era Alicia y así lograr apoyos a esta iniciativa.

    He hablado con su familia, con su hermana y estan de acuerdo.

    Hay una web decide.madrid en la que cada vecino puede aportar su iniciativa con solo registrarse y ésta luego puede ser apoyada. Por supuesto cuanto más apoyos tenga más probable será que sea aceptada.

    https://decide.madrid.es/proposals

    Muchas gracias

    Espero su respuesta

    Un saludo

    Adelina Rico

  21. La conocí en la cola para matricularme de medicina en Valencia. Ella iba a sexto, pero parecía de preu.

    Estuve con ella en las movidas antifranquistas. Con mucho cariño los estudiantes la llamaban «la pasionaria». Tal era su pasión en la defensa de las libertades.

    Gracias a ella inicié una estancia en el Instituto de Investigaciones Citológicas de Valencia. Y volví a verla en Madrid y en Granada. Yo ya era Patóloga, ella Epidemióloga y todos estábamos implicados en la puesta en marcha de la Ley General de Sanidad.

    Me acabo de enterar de que ya no está en este mundo. La buscaba en Google porque la he nombrado en un intento de escribir sobre mi vida laboral.

    Bendita Alicia. La estela que has dejado al pasar no se borrará jamás.
    Gracias 💜💜💜

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